Condición humana, fragilidad

Juzgar o auto juzgar la condición del ser humano es una tarea diferente a lo cotidiano. Consiste en interiorizar pensamientos, formas de ver el mundo. En síntesis, reflexionar acerca de la personalidad y acerca de quién o qué somos, y las actividades que en verdad podemos realizar o simplemente cuanto soportamos sufrir.

La fragilidad humana es una cualidad que repercute demasiado en el actuar de cada persona. Samuel Rouvillious apunta que “La importancia radica en reconocer que somos frágiles, dada nuestra incapacidad de tener previsibilidad.”, Rouvillious define a la fragilidad como ese margen de error que posee cada ser humano, el cual nos otorga el derecho de poder equivocarnos, aprender lentamente, etc.
Hay que reconocer que no podemos obviar nuestra fragilidad ante situaciones en contra, que no somos infalibles y por último tratar de reflexionar acerca de lo que hemos hecho o sobre los problemas que nos ha tocado padecer.
Viktor Frankl en su libro, “El hombre en búsqueda de sentido” nos explica que la soledad y el silencio nos llevan a vivir la experiencia de fragilidad. Son instantes que se enmarcan en un contexto de situaciones in extremis de las que no podemos escapar y que intentamos evadir, por lo tanto llega un momento en el que nos enfrentamos a ella, sin embargo, lo hacemos desde la desesperación. “Edulcorar la realidad nos hace perder el contacto con la vida.” Entonces desde estas condiciones se juzga la condición humana como débil, porque se hace incapaz de sobresalir y por su puesto se somete a un punto en el que las circunstancias reducen la capacidad de actuar en frente de esa situación.
En síntesis, la fragilidad es una característica del ser humano que demuestra la incapacidad de enfrentar problemas que nos agobian constantemente, pero con posibilidad de sobrellevar si nunca se distorsiona el sentido de nuestra existencia, es decir, por qué estamos, para qué estamos y qué hacemos para poder estar. Esos son los tres aspectos clave para poder hacer frente ante la dificultad.
Finalmente puedo decir, que cuando nos enfrentamos a este tipo de temas, en este caso juzgar la condición de ser humano, necesitamos abarcar y poner el tela de juicio gran parte de nuestra personalidad, porque es ese aspecto el que será o una barrera ante los problemas o simplemente un efímero refugio ante los obstáculos, y luego desencadenar toda esa serie de respuestas, convenientes o no, para poder lograr solventar todo lo que la vida nos ponga por delante.

Andrés Camilo Silva Aguilar