Reforestación Industrial con fines comerciales

Hace unos días estuve en Aguachica y Valledupar por motivos laborales. Los paisajes que ofrece la Sierra Nevada de Santa Marta al amanecer y atardecer son de postal. Ahí entendí por qué estos paisanos son verdaderos juglares que se inspiran en esa hermosa naturaleza del valle de los reyes.

Me sorprendió gratamente la pujanza del Cesar, la explotación del carbón en la Jagua de Ibirico y en Codazzi y la agroindustria en Becerril. Me llamó poderosamente la atención que antiguas fincas algodoneras, en la actualidad se han convertido en amplias zonas de cultivo de palma africana y reforestación industrial con fines comerciales de teca, pino caribe, eucalipto emulando países desarrollados. Como se sabe, durante la fiebre de algodón se arrasaron miles de hectáreas de bosque seco nativo, con lo cual se transformaron estos biomas en sabanas para ganadería y cultivo de algodón, lo cual cambió drásticamente el clima y ecosistemas de la Costa Caribe. Con la reforestación industrial y comercial se ayuda al medio ambiente y produce dividendos a los inversores con la venta de madera por clareo, es un gana-gana. Es un claro ejemplo de agroindustria con sostenibilidad ambiental. El gobierno y los inversionistas deberían pensar seriamente en masificar la reforestación.