Fallecimiento del Maestro Leandro Díaz

Los ojos bellos del alma.
Hablar de Leandro José Díaz Duarte, es referirse no solo a un Juglar Vallenato, sino también a un ejemplo de vida, un ser muy especial dotado de una gran sensibilidad para expresar sus sentimientos, aferrado a su habilidad y capacidad natural para convertir en canciones los más hermosos poemas, narraciones y descripciones muy a pesar de su condición natal de Ciego.
Su obra está enmarcada en composiciones que reflejan filosofía de vida a través de vivencias y experiencias que no pudo observar pero que exteriorizó con tantos detalles que es imposible creer en su discapacidad física, lo cual explicó el compositor el haber sido premiado por Dios con “los ojos bellos del alma”, verso que inmortalizó en su canción “Dios no me deja”, interpretada por los Hermanos Zuleta. La agudeza de sus sentidos se manifiestó en composiciones a la naturaleza, como lo son “El verano”, “El cardón guajiro”; letras sentidas hechas canción inspiradas por mujeres como “Matilde Lina”, “La Diosa Coronada”, “La gordita”; además de su inconformidad con las composiciones modernas que según su opinión desmejoraron a consecuencia del dinero, abandonando sus raíces y su razón de ser, protesta manifiesta en el merengue “El bozal”.
El legado de Leandro José Díaz Duarte, es rico en folclor, honestidad y perseverancia, por lo que debe ser inmortalizado como ejemplo de las nuevas generaciones de compositores.
Hoy se encuentra en el cielo, quizás percibiendo su nuevo mundo para componer y cantarle a Dios en compañía de todos los juglares que allá se encuentran.
Paz en su tumba Maestro Leandro