Uno a veces no alcanza a comprender por qué en Cartagena se dan situaciones como la que voy a mostrar, relacionada con la invasión descarada del espacio público en las narices de todas las autoridades, como es el que ocurre en el pequeño parque ubicado frente al Castillo de San Felipe; frente al SAO San Felipe; frente a Saludcoop y frente a la Funeraria Lorduy, cuatro puntos reconocidos y visitados por miles de cartageneros, entre los que se cuentan, seguramente, miembros del gabinete distrital.
Es tal la falta de control, que una simple chaza donde vendían fritos se convirtió de la noche a la mañana en restaurante, con carpa, meses y todo, en ese pequeño espacio, el cual opera día y noche, como lo muestro en estas fotos que ojalá publiquen en esta tribuna de opinión ciudadana. Lo que no comprendo es por qué esa clase de negocios se deja prosperar de tal forma que ahora seguramente les costará a los contribuyentes cartageneros muchos millones de pesos en indemnización. Ojalá espacio público actúe rápido.
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