Me dirijo a ustedes, de manera atenta, para manifestarles mi inconformidad con lo que sucede en su amada ciudad Cartagena. Para todas y todos es conocido el bueno nombre de Cartagena en el escenario internacional como en el local, es motivo de orgullo para los cartageneros y cartageneras vivir en una ciudad donde el tiempo no pasa, donde Gabriel García Márquez, nuestro amado Nobel se inspiró para escribir tan bellas palabras, no obstante en un ataque de altas dosis de realidad me pregunto ¿Los habitantes de Cartagena son verdaderamente conscientes de las condiciones en las que viven? Y de conformidad con lo que voy a explicar en las próximas líneas quisiera que me respondiera alguien ¿Cómo es que se puede sentir orgullo de algo y al mismo tiempo vergüenza?