La perversidad cotidiana

CARTAGENA DE INDIAS

Ofende ver a estas alturas de la civilización, basuras impactando los cuerpos de agua de una ciudad declarada patrimonio de la Humanidad.

Esta reiteración de la "cultura de la incultura", y bajo nivel de identidad o pertenencia de parte de la población, demuestra la ausencia de un eficiente ejercicio de autoridad y la creciente incapacidad ciudadana para el uso de los no retornables, consecuencia, entre otras, de la mezquina ejecución de la educación ciudadana contemplada en el plan general de manejo
de residuos sólidos de la ciudad.
Caracterizar por ejemplo los residuos que impactan las aguas y manglares de caño de Juan Angola (ver foto), alerta sobre el mal uso de plásticos e icopor y también recuerda que seguimos sin resolver el tema de fondo: la responsabilidad empresarial de quienes venden los envases no retornables, sin considerar ni exigirles acciones por los costos e impactos negativos de
su eliminación.
Pese a la contaminación del ambiente y del paisaje con la inundación de botellas desechables y plásticos en las orillas de los cuerpos de agua, salidas de las poblaciones, en arroyos, lotes y ofensivos basureros satélites en las vías, la respuesta es la de seguir tapándonos los ojos. No
educamos ni sancionamos.
De cuando en tanto, acciones conjuntas mitigan y hay que valorarlo, pero no vamos a la fuente y si lo hacemos no hay contundencia al reprimir la contravención ambiental reiterativa en la que vivimos.
La ausencia de sanción comprueba que el comparendo ambiental, es hoy otro rey de burlas, no se impone.
Mas claro aun, continúan los productores de envases trasladando al Estado y la sociedad el costo ambiental de la grave contaminación de los cuerpos de agua y el financiero de la eliminación.
Es una ecuación imperfecta y rentable: cobro por contaminar y no pago por hacerlo; el ciclo es perverso y ventajoso.
En fin, Vainas de Macondo y su eterno mas de lo mismo.
Entenderemos algún día y decidiremos adoptar un modelo de aseo eficiente basado en la participación ciudadana con separación en la fuente, rutas de reciclaje, reducción de consumos, reusos y responsabilidad?
La fiebre no está en la sábana ni da espera, las basuras por doquier exigen formar ciudadanos, ejercer la autoridad y actuar con contundencia.
Rafa Vergara