La universidad del Sinu ve la educación como un negocio, nosotros somos los clientes y estamos exigiendo mejor calidad a un precio justo nada más. Tenemos quejas que no escuchan, necesitamos herramientas que no proveen, nos quejamos porque vivimos constantemente en una decadencia progresiva cuyo fin no se ha establecido, hasta que nos pusimos de pie, y dijimos al unisonó NO MÁS. NOS MAMAMOS.